lunes, 9 de junio de 2014

Tiempo de caza

Escribir es un excelente ejercicio. Sirve para re/conectar las neuronas, pulir ideas y obliga a disciplinarse. Me agrada eso, creo que las ideas perdidas en el fondo de nuestras cabezas son fantásticas, pero muy poco funcionales. Así que hoy me siento inocentemente a ver qué pasa si nos obligamos a sacar un poco de eso que está girando ahí adentro y tratamos de darle un sentido o simplemente una forma.

He vuelto luego de dar muchas vueltas. Me miro frente al espejo y soy otra bastante diferente a la de hace unos meses y eso me gusta. Sería bastante triste seguir inmutable a los golpes de la vida ¿o no? Así que me propongo retomar mi blog y contar cosas que a nadie más le importan, pero que me resulta constructivo leer después.

He viajado harto y he visto lugares inspiradores, pero ninguno tanto como este: Auvers-sur Oise en Francia. Lugar donde murió y está enterrado Vincent Van Gogh. El pelirrojo que me acompañó durante todo este último paseo.

Auvers-sur Oise Es un pueblo pequeño al norte de Paris al que puedes llegar a través de la línea de tren. Desde el primer momento uno nota que ha sido un lugar donde el arte a tenido protagonismo. Sus calles pequeñas y silenciosas parecen un laberinto para el viajero inexperto, pero luego de unas horas (y de pasar muchas veces por el mismo lugar) te das cuenta que este lugar esta hecho para ser descubierto. No por nada artistas como Vincent Van Gogh, Cézanne y Corot fueron encantados por sus recovecos y campos cercanos. Este pueblo es parada obligada para aquellos que gusten del arte y el alcohol, pues el museo del Absenta  también está ahí y si bien es algo pequeño, la señora que lo atiende es muy simpática y les hará un descuento si llevan más de dos botellas :D

Por otro lado, creo que las palabras me quedan cortas para decir lo que sentí al estar frente a la tumba de los hermanos Van Gogh. Vincent es uno de los artistas que más admiro y con quien siempre he sentido un vínculo especial. Así que peregrinar hasta su tumba, fue como ir a visitar a un par de viejos amigos, pues descansa junto a su alma gemela, su hermano Theo. 

Su historia es hermosa, nos muestra el dolor y el sufrimiento, pero no desde un punto de vista de víctima ni nada por el estilo, sino más bien, es la historia de dos pintores ene/a-migos que hacen del arte su existencia, reflexionan en torno a él dejándose devorar. El libro "Cartas a Theo", recopilación de las cartas de Vincent a su hermano es maravilloso. Fue mi compañero de viaje en metro durante meses e hizo que me sintiera menos sola en el mundo.

Así que ahí estuvimos los tres (cuatro en un momento :3) reuniéndonos nuevamente en este misterioso universo.

Vincent y Theo Van Gogh
Auvers-sur Oise Francia
Fotografía análoga 35 mm
Abril 2014

Vincent y Theo Van Gogh
Auvers-sur Oise Francia
Fotografía análoga 35 mm
Abril 2014

Auvers-sur Oise Francia
Fotografía análoga 35 mm
Abril 2014

Auvers-sur Oise Francia
Fotografía análoga 35 mm
Abril 2014

Auvers-sur Oise Francia
Fotografía análoga 35 mm
Abril 2014

1 comentario:

Aronoel dijo...

interesante la tumba de Van Gogh, realmente los viajes hacen reflexionar mucho, en todo ambito de la vida incluso hacen comparar muchas veces la realidad que tenemos en Chile con las cosas nuevas que vemos, y que bueno que retomes el ejercicio de escribir en un principio cuesta largar las ideas pero cuando empiezas no puedes parar